viernes, 30 de marzo de 2012

14 minutos por semana

Se me va la fuerza cada vez que recuerdo que has marchado... Me ocurre alrededor de 257 veces al día... La verdad que no las he contado, pero deben ser muchas, porque son pocos los instantes en los que consigo apartarte de mi mente.


No me gusta recordarte tanto, sé que me hago daño, pero es que tampoco quiero olvidarte... Bueno, en realidad sí me gusta recordarte, a pesar de seguir sabiendo que sigo haciéndome daño... 


No sé, no sabría explicártelo, es algo extraño... Nunca tuve facilidad de palabra para poder explicar ciertas cosas. Si pudieras mirarme a los ojos mientras yo me mantengo en silencio, entenderías de lo que te hablo...


Los pelos se me ponen de punta, mi garganta se hace bola, y la bola que hace girar mi mundo comienza a dar vueltas sin saber hacia donde ostias gira...


Pero a pesar de que ese dolor es de gran intensidad, hay algo que me duele mucho más, que me angustia... que se me clava como una puta estaca oxidada... 


Me angustia, sí... Esa es la palabra...


Sé que aunque no me quieras... aún me recuerdas a ratos. Algún rato de estos tontos que tiene el día, en los que muchas veces piensas las cosas más importantes...


 Quizá te ocurra esperando en la parada del bus, o mientras miras como se calienta la pizza en el microondas, no sé cuando... pero sé que me recuerdas... 


Estoy seguro de que me recuerdas durante al menos dos minutos al día.... 


Pensar que pueda llenar tu mente durante 14 minutos a la semana me produce una sensación de alivio, incluso me hace asentir con la cabeza y sonreir al mismo tiempo.... Hasta creo que me brillan los ojos en ese momento. Yo no me los veo, pero creo que me brillan...


Es eso lo que me da miedo... El pensar que pueda llegar el maldito día en el que no tengas dos minutos para pensar en mí... Lloro de solo pensarlo. Si es que soy un flojo...


Fíjate si te quiero, que podría ser feliz teniéndote lejos, sin verte, sin saber de tí... Creo que podría ser feliz con tan solo tener la certeza de que me dedicarás 14 minutos durante todas y cada una de las semanas de tu vida...


No te pido que me quieras, pero por favor... Regálame dos minutos... 


Sólo eso...





lunes, 26 de marzo de 2012

De despertares...

Hoy me he despertado feliz. Sí, no sé...


Me ocurre siempre que sueño contigo...


A veces sueño que aún caminamos de la mano, y amanezco contento por haberte vuelto a sentir cerquita durante unos minutos...


Otras... Otra sueño que me desprecias, que me tratas como una mierda, pero también amanezco feliz por sentir que sólo ha sido un sueño, que en realidad no llegas a odiarme...


No sé... Imaginarte cerca me produce una extraña mezcla de sensaciones, pero sobre todo felicidad...


¿Qué coño me diste?...


Si ibas a marchar... ¿Para qué me drogaste?


viernes, 23 de marzo de 2012

Pa' olvidar que te recuerdo...

Bebo pa' olvidar por unas horas que mi cabeza aun te persigue...


Pa'  matar el dolor que distorsiona tu recuerdo...


Porque no es justo...


Porque en mi mente... el dolor nunca superará a la emoción que me regalaste...


No escucharé a mi corazón...


El que tanto me hizo quererte...






miércoles, 21 de marzo de 2012

De esperanzas...

Dicen que la esperanza es lo último que se pierde... Sí...

Es más, yo aún la mantengo, aun después de haberla perdido...

En el fondo sé que no volverás, que fuí tan especial para tí como  insignificante soy ahora...

Que quedaré por siempre en tu vida, pero ahí... en el baúl de los recuerdos imborrables... En el baúl de los recuerdos imborrables que, aunque nunca se marchan, terminan llenos de polvo...

Y aun así, mientras intento aprender a vivir sin tí, sigo respirando de mi esperanza perdida...

De pensar que algún día volverás...

De pensar que mañana será el día, aún sabiendo que mañana volveré a esperanzarme en otro mañana....

Y así paso los días... Manteniendo viva una llama apagada en agua...

Ójala llegue pronto mañana...

Ójala llegue mañana, aún sabiendo que mañana tampoco estarás...



lunes, 12 de marzo de 2012

Desvelos...

Recuerdo esa otoñal mañana de Noviembre. Sí... La recuerdo como si fuera hoy... Recuerdo su juntar de labios, su mirada...

¿Quién iba a decirnos que ese sería nuestro último beso? ¿Quién iba a adivinarlo si pareció ser el primero?

Fue pura magia. No sabría explicarlo... Sé que ella también lo vivió como tal... Su boca, su mirada, y sus lágrimas cayéndole por las mejillas hablaban por sí solas...

Recuerdo secar sus lágrimas con mis dedos, diciéndole que no llorara, que volveríamos a vernos pronto, mientras mi voz se entrecortaba ante tanta emoción... No quería que se fuera, y ella no quería irse, pero debía marchar... Puta distancia...


Son casi las 6 de la mañana... No puedo dormir...

Sé que quizá debiera sacarla de mi cabeza, igual que ella parece que decidió sacarme de su vida, pero no puedo... Fue todo tan bonito...

De niño siempre soñé con tener superpoderes. Siempre me hubiese gustado poder sobrevolar los tejados con dos inmensas alas pegadas a mis brazos...

Ahora... me gustaría volver el tiempo atrás... Pero no para intentar volar, sino para seguir sintiéndola a mi vera... Para poder seguir sabiendo que, aunque estábamos lejos, la próxima vez que volviésemos a vernos parecería como si el tiempo se hubiese detenido solo para nosotros...

¿Cómo pude hacer daño a quién más quería sin siquiera darme cuenta? ¿Cómo fuí tan idiota? ¿Cómo pude hacer perder la ilusión a quien me dio todo? 

Maldito idiota...


A veces creo que soy un afortunado... Creo que no todo el mundo tiene la suerte de poder haber sentido la magia en sus carnes y en las de la persona que tienes al lado, de poder haber saboreado cada minuto como si se tratase del minuto más mágico jamás creado... Yo que sé...

Puta distancia... Cuánto daño nos hizo... Y no le estoy echando la culpa, no... Sé que yo fuí el responsable... No era fácil para mí, pero para ella tampoco... ¿Cómo coño no supe entenderla?

El estar tan lejos hizo que fuera complicado calmar nuestros problemas...

Creo que nos fue matando el no haber podido pasar juntos todas las noches que hubiésemos deseado, el no poder haberte susurrado los buenos días a la orejita como a tí te gustaba, y sobre todo... el no haber podido transformar los problemas en abrazos escuchando el silencio de la noche en ese, nuestro parque... El parque en el que nació nuestra magia...




Al menos tengo un consuelo... Un consuelo que a veces me hace sentirme feliz durante un par de segundos, y que durante el resto del tiempo me hace sentir haberlo perdido todo...


El consuelo de saber que te hice feliz... Y el consuelo o desconsuelo de que, aunque probablemente no vuelva a verte, nunca olvidarás esos momentos, y de que cada vez que los recuerdes te seguirás emocionando...


Aquí te espero, bajo el olivo, como decía la canción de Manolo García... Mientras tanto intentaré dormir...

Ójala algún día suene mi teléfono y escuche un "te necesito...", o al menos un "te echo de menos, pero lo siento... lo nuestro no es posible..."...

Gracias por haberme hecho tan feliz...